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Proteger a las poblaciones vulnerables

Proteger a las poblaciones vulnerables

Algunos residentes de Filadelfia corren mayor riesgo de infección o de enfermedad grave que otros. Los miembros de minorías raciales y étnicas presentan tasas más elevadas de infección reconocida e infección grave que los caucásicos, probablemente relacionadas con una desventaja social de larga data. Las personas que viven en entornos de congregación corren un mayor riesgo de infección, y las que son mayores o padecen enfermedades crónicas corren un mayor riesgo de enfermedad grave si se infectan. En la fase 2, Filadelfia hará hincapié en la protección de estas poblaciones desproporcionadamente vulnerables.

Minorías raciales y étnicas

Se sabía que el 45% de las personas con infección confirmada eran afroamericanas, el 15% caucásicas, el 9% hispanas, el 4% asiáticas y el 23% de raza desconocida. Las tasas de infección reconocida aumentaron con la edad, pero como se muestra a continuación, a cualquier edad, los afroamericanos y los hispanos tenían más probabilidades que los caucásicos o los asiáticos de tener una infección confirmada. Las tasas de mortalidad variaron en función de la raza, siendo más elevadas entre los afroamericanos (9,4 por cada 10 000 residentes) que entre los caucásicos (6,3 por cada 10 000).

Tasas de infección confirmada por raza/etnia y edad
Gráfico de barras que ilustra la tasa de infección confirmada por COVID-19 por raza/etnia y edad. Las tasas de infección reconocida aumentaron con la edad, pero a cualquier edad, los afroamericanos y los hispanos tenían más probabilidades que los caucásicos o los asiáticos de tener una infección confirmada.

En respuesta, el Departamento de Salud Pública desarrollará y publicará un plan de equidad racial para la COVID-19 que incluirá acciones para abordar:

  • Mejorar la integridad de los datos de vigilancia;
  • Acceso a los tests;
  • Divulgación comunitaria;
  • Abordar las condiciones de salud crónicas que aumentan la enfermedad grave por COVID-19;
  • Protección de los trabajadores esenciales;
  • Prevención de la transmisión comunitaria; y
  • Prevención de la transmisión en residencias.

Residentes de centros de cuidados a largo plazo

Los residentes en centros de cuidados a largo plazo corren un riesgo extremadamente alto de desarrollar una enfermedad grave por COVID-19 porque viven en entornos residenciales y debido a su edad y a sus problemas de salud crónicos.

El personal y los visitantes enfermos son las fuentes más probables de transmisión de enfermedades en estos centros. Para mitigar estos riesgos, se tomarán las siguientes medidas para evitar la introducción del virus en estos centros y para prevenir la transmisión dentro de los centros en caso de que se introduzca:

  • Suministro de equipos de protección personal;
  • Exigencia de uso de mascarillas por parte del personal en todo momento (mascarilla universal);
  • Suministro de tests de COVID-19 y equipos de tests rápidos a residencias de ancianos para el diagnóstico rápido de COVID-19 en los residentes o el personal;
  • Aplicación de restricciones a los visitantes y a los residentes que abandonan el centro;
  • Revisión del personal de la residencia al principio y al final de cada turno para detectar fiebre (con comprobación de la temperatura) y síntomas compatibles con la COVID-19;
  • Tests a todo el personal sintomático y, si se detectan casos, tests al personal asintomático;
  • Promoción de políticas de licencia por enfermedad liberales y no punitivas para el personal y alentar a que personal no trabaje si está enfermo;
  • Examen de los residentes cada ocho horas para detectar fiebre y síntomas compatibles con la COVID-19;
  • Aislamiento inmediato y tests a todos los residentes sintomáticos y sus compañeros de cuarto y, si se detectan casos, tests a los residentes asintomáticos;
  • Tests de COVID-19 en todos los nuevos ingresos antes del traslado desde hospitales de cuidados intensivos, y precauciones de aislamiento durante 14 días tras el ingreso;
  • Cohortes y otras acciones de control de la infección para evitar la transmisión cuando se detectan casos;
  • Utilización de detección serológica de los residentes y el personal, según corresponda, para evaluar el riesgo y orientar la creación de cohortes; y
  • Continuación de las restricciones a las actividades de grupo y aplicación estricta del distanciamiento social, el uso de mascarillas universales y la mejora de la higiene de las manos y del entorno a medida que se permita la reanudación gradual de estas actividades.

En términos más generales, el Departamento de Salud Pública fomentará las relaciones entre los hospitales locales y las residencias de ancianos, de modo que la experiencia, la capacidad del personal y los recursos disponibles en los hospitales puedan apoyar las acciones de control de infecciones de las residencias de ancianos.

Otros lugares residenciales

El Departamento de Salud Pública, junto con otras agencias de la ciudad y del Estado, trabajará con otros entornos residenciales , como refugios para personas sin hogar, cárceles y centros residenciales psiquiátricos y de tratamiento de drogas y alcohol que alojan a personas médicamente vulnerables para establecer las protecciones adecuadas para reducir la probabilidad de que la COVID-19 se introduzca en el centro y evitar la transmisión dentro del centro. Además de los entornos residenciales, algunos lugares de trabajo pueden presentar un mayor riesgo de transmisión del virus.

Cuando se producen conglomerados de infecciones en entornos de vivienda o de trabajo de alto riesgo. El Departamento de Salud Pública seguirá trabajando directamente con las personas que gestionan estos entornos para prevenir, responder y limitar estos brotes. Esto incluirá proporcionar equipos de protección personal, ofrecer orientación y formación sobre el control de la infección, realizar pruebas a los residentes o al personal, y asesorar sobre la “cohorte” (separación) de residentes o del personal infectado y no infectado.

Desde hace poco se dispone de tests para detectar la presencia de anticuerpos (“pruebas serológicas”) y se están publicando estudios que ayudan a interpretar los resultados de estos tests. Los anticuerpos de la COVID-19 parecen ser un buen marcador de la infección pasada y probablemente indican protección, al menos temporal, contra la infección recurrente. El Departamento de Salud Pública realizará pruebas de anticuerpos en algunos entornos de alto riesgo para evaluar el valor de estos tests para el control de brotes, así como el valor para los habitantes de Filadelfia en general.


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