En 2016, se finalizaron decretos de consentimiento entre el Departamento de Justicia de EE. UU., la Corporación Volkswagen (VW) y sus filiales en relación con la instalación y el uso de dispositivos de desactivación de pruebas de emisiones en aproximadamente 580,000 vehículos vendidos y operados en Estados Unidos entre 2009 y 2016.