Los últimos meses han sido algunos de los más difíciles que ha enfrentado esta ciudad. Filadelfia ha tenido que lidiar con un virus altamente contagioso y potencialmente mortal, al mismo tiempo que lidia con el impacto del distanciamiento social necesario, que ha obligado a las empresas a cerrar y a muchas personas a perder sus empleos.

Pero a pesar de todo, me he sentido más orgulloso que nunca de ser su alcalde. Ustedes han respetado restricciones muy difíciles para protegerse a sí mismos, a sus seres queridos y a sus vecinos. Han ayudado a los necesitados, han ofrecido muchas horas como voluntarios, han donado bienes y dinero, y han apoyado a los restaurantes al ordenar comida para llevar. En resumen, ustedes han dado un paso adelante, de una forma que beneficiará a Filadelfia en los años venideros.

A pesar de esto, enfrentamos una recesión económica que igualará y probablemente superará lo peor de la Gran Recesión de 2008. La crisis ha creado un agujero de casi $650 millones de dólares en nuestro nuevo presupuesto. Entonces, aunque nuestros departamentos operativos se apresuraron a responder al virus, ordené a nuestros Directores de Finanzas y Presupuesto que crearan un plan de gastos revisado drásticamente a raíz de la pandemia y la recesión económica resultandte.

Nos propusimos revisar nuestro plan de acción, estableciendo primero prioridades claras: mantener a todos los habitantes de Filadelfia seguros, saludables y con educación de calidad mientras conservamos los servicios municipales primordiales en los que nuestros residentes confían diariamente.

Esto condujo a un proceso reflexivo, deliberado y colaborativo de revisión del Plan Quinquenal que fue guiado por tres principios básicos:

  1. Aprender de las experiencias de la Ciudad en la Gran Recesión. Una lección clave fue que los recortes de fondos para servicios esenciales como la seguridad pública tardan años en recuperarse. Otra lección aprendida es que los habitantes de Filadelfia se preocupan profundamente por las instalaciones de su vecindario.  
  2. Asegurarnos que estas decisiones sean tomadas a través de la visión de equidad racial. El presupuesto apunta intencionalmente a limitar el impacto de los recortes de los servicios en las personas de color, que se ven afectadas de manera desproporcionada por el virus y que ya sufren décadas de desigualdad sistémica.
  3. Un compromiso para aprovechar los recursos federales, estatales y filantrópicos. La Ciudad tiene la intención de reducir sus propios gastos al asociarse con otros para ayudar a financiar o prestar servicios.

El resultado es un conjunto de documentos presupuestarios revisados que abarcan la desafortunada realidad económica que enfrentamos ahora. Estamos reduciendo los servicios municipales a los más esenciales, imponiendo despidos a cientos de trabajadores y reduciendo o eliminando algunos programas que simplemente ya no son asequibles.

Esto no es lo que quiero para nuestros residentes, pero estas acciones drásticas son necesarias ya que enfrentamos una pandemia y una catástrofe económica.

Las prioridades enumeradas anteriormente están reflejadas al garantizar lo siguiente:

  • No habrán despidos policiales o de bomberos.
  • No habrá reducción en los servicios médicos de emergencia.
  • Todas las estaciones de bomberos permanecerán abiertas.
  • Todos los centros de salud permanecerán abiertos.
  • Todos los centros de recreación permanecerán abiertos.
  • Todas las bibliotecas permanecerán abiertas.
  • PHLpreK y las escuelas comunitarias se mantendrán en los niveles de financiamiento actuales.
  • La recolección semanal de basura residencial y el reciclaje continuarán con algunos ajustes.
  • Utilizando fondos locales y federales, la Ciudad dará prioridad a mantener a los habitantes de Filadelfia en sus hogares brindándoles apoyo para reparaciones básicas, evitando la ejecución hipotecaria y el apoyo para inquilinos.
  • Daremos prioridad a la educación, incluida un mayor financiamiento para el Distrito Escolar de Filadelfia y el Community College of Philadelphia.

Este presupuesto es el resultado de nuestra determinación de abordar tanto la pandemia como la recesión económica con decisiones audaces para que este gobierno opere dentro de sus posibilidades, al mismo tiempo que aborda otros desafíos, como la violencia armada, la pobreza y la epidemia de opioides.

Transformamos nuestras prioridades para satisfacer mejor las necesidades de los habitantes de Filadelfia, particularmente de nuestros residentes más vulnerables en esta nueva realidad. Estoy seguro de que al centrarnos en los servicios básicos y mantener la estabilidad fiscal, nos recuperaremos del impacto del COVID-19 de la manera más rápida y segura posible.